jueves, 20 de febrero de 2025

La crisis de valores y su impacto en la naturaleza

A veces parece que una parte de la especie humana se esfuerza en demostrar que eso de la especie dominante es una broma de mal gusto. El comportamiento que mostramos hasta con nuestros pares dista mucho de los valores que se supone nos inculcan en nuestras casas y en nuestros colegios, en nuestros colegios y en nuestras casas, en nuestras casas, en nuestros colegios, lugares donde nos formamos como personas, idealmente en ambos, idealmente más en casa que en nuestros colegios, y que a falta de uno cuesta mantener un sano equilibrio entre valores y conocimiento del entorno. Y en este ámbito la educación ambiental no sólo está al debe no existe.

La legislación chilena busca promover la protección del medio ambiente y sancionar aquellas conductas que puedan poner en riesgo los recursos naturales del país. En un mundo en que el respeto por la naturaleza y la vida silvestre parece ser un concepto ajeno para algunos, como lo demuestran dos recientes episodios que han causado indignación: el brutal apedreo de un lobo marino en Carahue y el uso irresponsable de productos químicos en el Parque Nacional Radal Siete Tazas.

En Carahue, un grupo de individuos atacó sin motivo aparente a un lobo marino en la playa Lobería. Lo acorralaron y lo apedrearon cobardemente, en un acto de crueldad gratuita que fue registrado en video y difundido en redes sociales. Afortunadamente, este hecho no pasó desapercibido y las autoridades, incluyendoel Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) y la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema), ya han tomado acciones para identificar a los responsables y presentar las denuncias correspondientes. No basta con la indignación social; es fundamental que este tipo de agresiones sean castigadas legalmente.

Por otro lado, en el Parque Nacional Radal Siete Tazas, un grupo de mujeres fuegrabado lavándose el cabello con shampoo y bálsamo en el sector conocido como Playa de los Hippies. Puede parecer un acto menor en comparación con el ataque al lobo marino, pero el impacto ambiental de estas acciones no debe subestimarse. Los productos químicos contenidos en estos artículos de higiene personal pueden alterar la calidad del agua y afectar la flora y fauna del ecosistema. Además, este tipo de comportamiento refleja una preocupante falta de educación y respeto por los espacios naturales protegidos.

Ambos casos son muestra de una desconexión con el entorno natural y con las responsabilidades que conlleva disfrutar de él. Es necesario reforzar la educación ambiental y exigir sanciones para quienes atenten contra la vida silvestre y los ecosistemas. La fauna y la naturaleza no pueden seguir siendo víctimas de la ignorancia y la indiferencia.

Como se señaló “La legislación chilena busca promover la protección del medio ambiente y sancionar aquellas conductas que puedan poner en riesgo los recursos naturales del país”, lo que considera por ejemplo

1.     Contaminación de aguas, suelo o aire: Descarga ilegal de residuos o sustancias peligrosas.

2.     Daño a áreas protegidas o ecosistemas frágiles: Como lo que pasó en Siete Tazas con los químicos.

3.     Tráfico de fauna silvestre: Caza, captura o comercio ilegal de especies protegidas.

4.     Tala ilegal y destrucción de bosques nativos: Explotación sin permisos o fuera de la normativa.

5.     Maltrato y crueldad contra animales: Como el caso del lobo marino en Carahue.

6.     Manejo irregular de residuos peligrosos: Empresas que botan desechos tóxicos sin tratamiento.

7.     Incendios forestales intencionales: Especialmente cuando afectan parques nacionales o reservas.

Las señoras del shampoo incurren en el punto 2, los que según el Ministerio de Medio ambiente y de acreditar el daño en un área protegida, las penas pueden variar entre 541 días y 5 años de prisión, además de multas que oscilan entre 801 y 1.000 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes aproximadamente a $38,7 millones a $48,3 millones de pesos chilenos.

Por su parte las malas personas que apedrearon al lobo marino , será sancionado con presidio menor en sus grados mínimo a medio (61 días a 3 años) y una multa de 2 a 30 UTM. Si el maltrato causa daño al animal, la pena aumenta a presidio menor en sus grados medio a máximo (541 días a 5 años) y una multa de 10 a 30 UTM, además de la inhabilidad absoluta perpetua para la tenencia de cualquier tipo de animales.(según señalan en CODEFF)

Que estos hechos sean un llamado de atención. No basta con condenarlos en redes sociales; debemos exigir medidas concretas para proteger nuestra biodiversidad y asegurarnos de que quienes la dañan enfrenten las consecuencias de sus actos.
 
Una especie de Resumen de esta nota la envié al El mostrador  y fue publicada el 21.02.2025 acá el enlace y la captura Crisis de Valores...

 


 

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