Es fácil caer en la tentación de juzgar qué tipo de árbol o bosque es más valioso, pero este juicio puede generar sesgos, olvidando que los bosques, sean naturales o artificiales, proporcionan una enorme cantidad de bienes y servicios ecosistémicos. Sin estos servicios, la vida tal como la conocemos sería insostenible.
Hoy, seguimos enfrentando la pérdida masiva de bosques, no solo por la deforestación, sino también debido a incendios forestales cada vez más intensos y frecuentes. Esto lleva a la desaparición de millones de hectáreas de bosques, privándonos por siglos de los servicios ecosistémicos y de la biodiversidad que en ellos habita. Remediar esta situación requiere un esfuerzo conjunto de toda la sociedad, ya sea culpable de la destrucción o no, porque los efectos negativos nos golpearan a todos. La restauración de los bosques degradados, la reforestación de áreas afectadas por la erosión y los incendios, y la protección de su integridad son fundamentales para mitigar el cambio climático y asegurar un futuro más sostenible.
TODOS LOS BOSQUES SON PRECIOSOS, NO SOLO ALGUNOS.
Es común ver cómo algunos sectores de la sociedad intentan poner a competir ciertos tipos de bosques por encima de otros, excluyendo o desvalorizando a los bosques que no encajan en su ideología. Sin embargo, tanto los bosques naturales como los bosques artificiales cumplen roles cruciales para el bienestar de la humanidad.
Los bosques naturales, que han existido durante milenios, representan un equilibrio ecológico en el que diversas especies de flora y fauna interactúan en armonía. Sin embargo, la intervención humana ha alterado ese equilibrio, llevándonos a una crisis climática que ya no podemos ignorar. El calentamiento global, impulsado por el exceso de emisiones de carbono, sigue siendo una de las mayores amenazas para la biodiversidad.
Por otro lado los bosques artificiales o plantaciones forestales han emergido como respuesta a una demanda insostenible de productos como madera, celulosa y otros materiales. Aunque no pueden replicar los beneficios ecosistémicos de los bosques naturales, cumplen funciones importantes en la producción de bienes y en la absorción de carbono.
Además, las ciudades requieren cada vez más de bosques urbanos. Estos que combinan especies nativas y exóticas, son esenciales para mitigar las islas de calor urbanas y mejorar la calidad del aire. Con el cambio climático intensificando fenómenos como olas de calor y sequías, los bosques urbanos se han convertido en una herramienta indispensable para hacer más vivibles nuestras ciudades.
La restauración de los equilibrios naturales del planeta pasa hoy por una urgente necesidad de forestar, plantar y recuperar los bosques. Este esfuerzo no solo es para asegurar la provisión de agua, alimentos y materiales, sino también para combatir los efectos del cambio climático y proteger la biodiversidad. Así cada tipo de bosque cumple una función específica, y su protección, restauración y fomento son clave para garantizar la vida en la Tierra.
Diversos tipos de bosques, TODOS demasiado preciosos para perderlos. Este es el recordatorio de ese lejano 21 de marzo en pandemia un día que no solo nos llama a reflexionar sobre la belleza de los árboles sino que a actuar y protegerlos.
21 de marzo, 2025 - Un recordatorio de que, aunque seguimos enfrentando enormes desafíos, nunca es tarde para cambiar el rumbo. ¡El futuro de los bosques está en nuestras manos!
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