Más adelante, con la pasión por los insectos desatada, subí varias
veces solo a ese bosque, donde siempre
se destacan imponentes pinos en la cara que da al balneario del Río Claro,
para cazar insectos; esas instancias me permitían apreciar la ciudad de Talca y
el oscuro río que, paradojalmente, se llama Río Claro. Incluso fue escenario de
talleres prácticos de ecología forestal y agroecología, asignaturas de las que
era ayudante.
Con el tiempo, las visitas se
hicieron menos frecuentes. La última caminata significativa fue para acompañar
a un amigo a cumplir una manda por el nacimiento de su primer hijo; y el año
pasado, para Fiestas Patrias, fui con el mismo amigo y sus dos hijos a
disfrutar de las celebraciones al aire libre. Hoy, por más que quisiera, estoy
limitado por la espondilosis anquilosante,
que me impide recorrerlo como antes. Aun así, los rincones del Cerro La Virgen
siguen formando parte de mi historia y de la de muchos talquinos que lo
visitan, aunque no todos lo cuidan, y donde aún se encuentra basura dispersa en varias áreas del bosque y del cerro.
Ahora, ese mismo bosque se prepara
para un nuevo capítulo: la Municipalidad
de Talca, junto a CONAF
y con apoyo técnico de la FAO,
están ejecutando un proyecto de reforestación que plantará más de 7.500 árboles nativos en 15 hectáreas del Bosque Municipal.
Esta iniciativa busca restaurar áreas afectadas por los incendios de 2020,
fortalecer la conciencia ambiental y crear espacios de recreación y educación
para la comunidad, asegurando que futuras generaciones puedan también recorrer
y disfrutar este pulmón verde de Talca.
Relacionado :
Talca reforesta su Bosque Municipal a través de7 mil 500 árboles nativos
No hay comentarios:
Publicar un comentario